Sobre mí - Con la lengua fuera
15290
page-template-default,page,page-id-15290,cookies-not-set,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-theme-ver-10.0,wpb-js-composer js-comp-ver-4.12,vc_responsive

Sobre mí

¿Quién soy?

Me llamo Yoli (bueno, depende de para quién, también Yola, You, Joli, Yolita, Rubia…). Soy madrileña, de Alcalá de Henares y me dedico profesionalmente al mundo de la lengua (entiéndase como sinónimo de idioma lenguaje).

Mi relación con el deporte empezó a los 6-7 años con la gimnasia rítmica, aunque se podría decir más bien que me apunté (y me desapunté y me volví a apuntar y me volví a desapuntar…) más que practiqué, porque no hacía mucho (de hecho, la profesora le llegó a decir a mi madre que me quitara, porque cuando me apetecía me sentaba y el resto de chicas me secundaba).

Con 10 años, unas amigas comentaron que se habían apuntado a atletismo, que se lo pasaban muy bien y que la profesora era muy maja. Así que decidí irme con ellas y probar. Aguanté dos o tres años.

A partir de ahí, mi actividad deportiva se redujo a las clases de Educación Física (llegué a odiar el test de Cooper).

Hace unos años conocí a David (mi actual pareja). En ese momento, él ya había corrido un maratón de asfalto y se estaba iniciando en el mundo del trail.

Me contó que se estaba preparando para una carrera de más de ¡¡100 km!! Y ahora es cuando muchos pensaréis «¡Así que fue él el que te condujo al lado oscuro!». Pues no. A mí todo eso me parecía una locura, pero desde entonces lo he acompañado (y esperado) en todas sus aventuras en la montaña.

¿Cómo me dio por correr?

Hablando con un par de amigas, por separado, en diciembre del 2015. Una de ellas, Lupe, mujer de uno de los compañeros de locuras de David, me comentó que se había animado a salir a dar zancadas. Y la otra, Mery, en una cena de Navidad del grupo de teatro al que pertenecemos, me contó su experiencia el año anterior en la San Silvestre Vallecana y cómo se preparó. Además, reconozco que me daba (y me da) mucha envidia ver las fotos y los vídeos de las carreras de David, y si a esto le sumamos que me notaba muy oxidada (ya entonces hacía pilates, pero necesitaba algo de ejercicio aeróbico y darle a mi cuerpo alegría Macarena) y que hay que cuidarse (y más llegando a ciertas edades…), ¿por qué no?

 

¿Y eso de la lengua?

De lunes a viernes (y algún fin de semana que otro) trabajo en una fundación que ayuda, especialmente a los medios de comunicación, a hacer un buen uso del idioma. Disfruto mucho con lo que hago y, por eso, he decidido incorporar en este blog una categoría que combine lenguaje y deporte.

 

Y con esto creo que ya está de más explicar el porqué del nombre del blog, ¿verdad?